Alerta por, a corto y mediano plazo, escasez en el abastecimiento de animales y altos precios de materias primas cárnicas, principalmente porcina y bovina
Santander, 17 de marzo (Diario de Cantabria) –
La Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice), que agrupa a más de 600 empresas cárnicas, ha vuelto a pedir «medidas extraordinarias», como la rebaja del IVA de la carne, advirtiendo del «preocupante futuro económico» del sector , que está experimentando un alza histórica en los precios de las materias primas cárnicas, poniendo presión en toda la cadena ganadería-carne, señaló en un comunicado.
“Nos encontramos en medio de una tormenta perfecta que está afectando a un sector que ya estaba muy dañado en 2022, a pesar de los buenos datos de exportación. presión, ayuda para hacer frente al aumento de los costes energéticos (como los anunciados para el sector primario) y una política de apoyo a la industria que facilite un mayor y más fácil acceso a los fondos de Próxima Generación”, exigió el secretario general de Anice, Miguel Huerta.
Huerta lamentó que la carne «no se esté beneficiando de la reducción del IVA». “Desconocemos los motivos de la no inclusión y entendemos que no debe tener un origen presupuestario, ya que la subida de precios conlleva precisamente una mayor recaudación para las arcas públicas. Durante la pandemia garantizamos un abastecimiento que parecía imposible y nos consideraban imprescindibles, pero en momentos de crisis las familias sufren discriminación fiscal
eso no favorece el consumo de carne, tan importante para nuestra dieta”, recordó.
En concreto, en el caso del cerdo, la caída de la producción en España fue menos significativa en volumen (-1% en 2022) que en el resto de países europeos, pero Huerta destacó que «es importante, porque apunta a un cambio de tendencia, ya que es la primera caída de estas producciones en diez años».
La industria cárnica ha indicado que esta situación se deriva del aumento de los costes de producción, las incertidumbres sobre la evolución de los mercados y la creciente presión regulatoria, que «frena y dificulta» la apertura y ampliación de granjas, así como algunas que han entrado en vigor recientemente y otras. , sobre sostenibilidad y bienestar, que se están desarrollando en Bruselas.
En España, el precio del cerdo vivo ha ido subiendo de forma continuada desde principios de año, registrando un incremento interanual del 47% y casi el doble (80%) en el caso de los lechones.
Una situación similar vive el sector vacuno, aunque los precios se están estabilizando relativamente tras meses de continuas subidas, a pesar de que la media de 2023 se sitúa en niveles superiores a los de 2022.
Este sector también achaca la escasez de animales a la disminución del número de reproductores por la caída del censo lechero y la baja rentabilidad estructural de la producción ganadera.
De esta forma, Anice ha señalado que todo ello apunta a una situación, a corto y medio plazo, de escasez en la oferta de animales y precios elevados de las materias primas cárnicas, especialmente de porcino y vacuno.
Además de las materias primas, el sector cárnico se enfrenta a otras dificultades derivadas de los elevados costes energéticos, que el año pasado fueron un 344% superiores a los de 2019. Volvieron a subir con fuerza en febrero (+91,91%) en relación al precio de enero, sin pronunciarse nuevos incrementos a lo largo del año.
Además, nuevos costes regulatorios, como el impuesto al plástico, que España ha introducido de forma pionera desde el 1 de enero, reducen aún más las expectativas de rentabilidad de la industria cárnica.
Las empresas cárnicas también se han mostrado preocupadas por la creciente presión de la inflación, que se ha traducido en un aumento de los costos de todos los insumos y también en un aumento excepcional de los costos salariales.
El sector cárnico español está formado por 2.800 empresas que generan un total de 109.330 puestos de trabajo directos, la mayoría en el medio rural, mitigando la despoblación y combatiendo así una España vaciada.