La UE cierra el acuerdo que prohibirá la venta de coches de combustión e híbridos desde 2035


BRUSELAS, 28 de octubre (Diario de Cantabria) –

Anoche, los negociadores del Parlamento Europeo y del Consejo llegaron a un principio de acuerdo para que a partir de 2035 los turismos y furgonetas nuevos que se comercialicen en la Unión Europea sean de «emisiones cero», lo que supondrá la prohibición de la venta de motores de combustión de vehículos, que incluyen gasolina, diésel e híbridos.

Los términos del acuerdo, que aún requieren la aprobación de los Veintisiete y el pleno del Parlamento Europeo para ser adoptados, prevén un avance gradual hacia la meta de cero emisiones en 2035, con un objetivo de reducción del 55% para los pasajeros de automóviles y 50 % para furgonetas en 2030 en comparación con las emisiones de 2021.

A nova regra faz parte do pacote climático que a União Europeia quer promover nesta legislatura para reduzir em pelo menos 55% as emissões poluentes do bloco no horizonte de 2030 (em relação a 1990) e é a primeira medida concreta dessa bateria de iniciativas isso vai al frente

Entre las claves de la reforma se encuentra la puesta en marcha de una nueva metodología para recoger y evaluar datos sobre las emisiones de dióxido de carbono (CO2) del parque de turismos ligeros a lo largo del ciclo de vida de los vehículos comercializados en el mercado único. El Ejecutivo comunitario deberá presentar esta metodología antes de 2025, incluida en reformas legislativas si fuera necesario para su desarrollo.

Bruselas también tiene la tarea con este nuevo reglamento de realizar un informe semestral a partir de 2025 para evaluar si se está avanzando al ritmo adecuado en la UE en su conjunto hacia el objetivo vinculante de cero emisiones; un análisis que también debe evaluar el impacto de la reforma en los consumidores y el empleo, así como la evolución del mercado de coches usados.

Al controlar las emisiones de vehículos nuevos, los expertos de la comunidad monitorearán la diferencia entre los valores límite de emisión y los datos reales de consumo de combustible y energía para ajustar gradualmente las emisiones promedio de CO2 específicas de los fabricantes a partir de 2030.

“Este acuerdo es una señal fuerte para el sector y para los usuarios”, celebró el vicepresidente de la Comisión Europea responsable del Green Deal, Frans Timmermans, para quien la industria del automóvil ya ha demostrado que está preparada para “dar un paso adelante» aumentando la oferta de coches eléctricos a precios «más asequibles».

Los consumidores europeos esperan un impulso a los vehículos limpios después de que la UE prohíba los vehículos de combustión en 2035

La Comisión Europea, que presentó la propuesta en julio del año pasado, aplaude el rápido acuerdo entre los colegisladores europeos porque cree que redundará en una «aceleración» en la producción y venta de vehículos particulares y ligeros que cumplan con las «emisiones cero». requisito».

Los negociadores del acuerdo también destacan la conveniencia de que los Estados miembros utilicen parte de los fondos europeos que tienen para apoyar la «transición verde» hacia vehículos limpios, en particular con el apoyo a las pymes de la cadena de suministro de automoción en las regiones más vulnerables.

El acuerdo también mantiene el mecanismo de incentivos para vehículos de cero emisiones y bajas emisiones (ZLEV) que permite a los fabricantes reducir sus objetivos de emisiones y que los negociadores del Parlamento Europeo querían suprimir porque ya no cumple su propósito.

No obstante, se revisarán los benchmarks para endurecerlos de manera que los créditos de emisión que puedan recibir por “eco-innovaciones” que demuestren que reducen las emisiones contaminantes en la carretera se reduzcan hasta 4 g/km por año de 2030 a 2034 ( frente a los actuales 7 g/km al año).

La nueva normativa prevé una excepción hasta finales de 2035 para los fabricantes que no produzcan más de 10.000 turismos nuevos al año o 22.000 furgonetas, mientras que estarán exentos los que no alcancen las 1.000 matriculaciones al año.

El acuerdo incluye una «cláusula de revisión» por la que la Comisión Europea debe evaluar el ritmo de consecución de los objetivos y la posible necesidad de ajustarlos si existen avances tecnológicos que permitan avanzar más rápidamente. La primera revisión debería hacerse en 2026.