El Gobierno solivianta a sus socios nacionalistas al plantear priorizar el catalán al euskera y el gallego

El Gobierno solivianta a sus socios nacionalistas al plantear priorizar el catalán al euskera y el gallego

Puigdemont avisa al Gobierno de que el momento es «ahora» y ERC advierte de que no dará «las gracias» por adelantado

MADRID/BRUSELAS, 19 de septiembre (EUROPA PRESS)-

El Gobierno generó malestar entre sus socios nacionalistas vasco y gallego tras haber propuesto a los Veintisiete restantes dar prioridad a la inclusión del catalán como lengua oficial de la UE, dejando para más tarde el euskera y el gallego, con vistas a superar las dudas. levantado a través de varias capitales europeas. Ni ERC ni Junts quedaron satisfechos y deshonraron al Govern por no hacer lo suficiente.

El 17 de agosto, el Ejecutivo solicitó al Consejo de la UE que modificara la regulación lingüística para incluir las tres lenguas cooficiales de España en el ámbito del acuerdo alcanzado con Junts para apoyar al candidato socialista a la presidencia del Congreso. Francina Armengol, como finalmente ocurrió.

El ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel Albares, explicó al final del Consejo de Asuntos Generales celebrado en Bruselas, en el que se abordó esta petición, que España propuso empezar por el catalán.

Propusimos iniciar el despliegue primero con el catalán y luego con las otras dos lenguas», indicó la ministra, garantizando que esto no discrimina «en ningún caso» entre euskera y gallego y defendiendo que el Gobierno ha «cumplido sus compromisos.

Según se justifica, esta opción se planteó debido a las dudas de «una parte de los Estados miembros» preocupada por el impacto de incluir «tres lenguas al mismo tiempo. Sin embargo, fuentes europeas consultadas por Europa Press indicaron que ninguna delegación pidió expresamente durante la discusión diferenciar entre catalán, vasco y gallego.

Del mismo modo, Albares lo utilizó como justificación para empezar por el catalán, que es la lengua «cuyos representantes pidieron con más insistencia» la inclusión de su lengua en el marco comunitario, y por las tres lenguas cooficiales, con más de 10 millones de hablantes, el de mayor presencia.

El PNV CREE QUE “NO FACILITA LA INVESTICIÓN”

A los nacionalistas vascos y gallegos no les gustaron mucho sus palabras. El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, consideró «decepcionante» que el Gobierno «tirara la toalla tan rápido» para seguir luchando por la oficialidad de estas lenguas en la UE y lo calificó de «mala noticia». que se prioricen los catalanes.

En este sentido, aunque no ha querido responder explícitamente si lo ocurrido compromete los votos favorables del PNV a una hipotética investidura de Pedro Sánchez, ha subrayado que «no facilita» su apoyo a la permanencia del jefe del Ejecutivo interino. en el despacho.Moncloa.

Por su parte, el eurodiputado de EH Bildu Pernando Barrena sostuvo que la oficialidad del vasco en la UE es una cuestión de «voluntad política» y deshonró a Sánchez por haber jugado al «tacticismo» en Bruselas. «El tamaño de una lengua, su número de hablantes, no es más que un pretexto, ya que hoy en día hay tres lenguas oficiales con menos hablantes que el euskera: el maltés, el gaélico y el luxemburgués», añadió en un comunicado.

NÚMEROS DE PEDIDO VASCO

Desde el Gobierno Vasco, su portavoz, Bingen Zupiria, respondió a Albares que las instituciones vascas plantearon «muchas peticiones en los últimos años» para conseguir el reconocimiento del euskera a nivel europeo, destacando que la primera vez que se hizo fue en mayo de 2004.

Sin embargo, el portavoz vasco consideró que el hecho de que el Consejo de Asuntos Generales haya “abierto la puerta al debate y la discusión sobre la ampliación de las lenguas oficiales que pueden utilizarse en la Unión Europea, es un avance en sí mismo”. Asimismo, evitó entrar en el debate sobre la prioridad del catalán.

Al BNG tampoco le gustaron las palabras del ministro. Su eurodiputada, Ana Miranda, ha sostenido que «no hay lenguas de primera ni de segunda, sino todas lenguas de primera», lamentando que el Gobierno haya optado por dar prioridad al catalán y que no haya plazos concretos. Asimismo, reclamó “trato igualitario” para las tres lenguas cooficiales.

Los esfuerzos del Gobierno en Cataluña fueron mejor acogidos, aunque los independentistas catalanes tampoco quedaron satisfechos, ya que todavía no hay una decisión firme sobre la oficialidad del catalán, el vasco y el gallego, sino que los Veintisiete decidieron analizar primero las consecuencias jurídicas, prácticas y consecuencias presupuestarias que tendría su inclusión en el reglamento lingüístico de la UE.

PUIGDEMONT: “LA OPORTUNIDAD ES AHORA”

El expresidente catalán y líder de Junts, Carles Puigdemont, advirtió al Gobierno que debe trabajar «diligentemente, porque la oportunidad es ahora», al tiempo que subrayó que lo ocurrido en Bruselas demuestra que «España no llega a ser tan oído en Europa como afirmó Sánchez».

En un mensaje se mostró agradecido. Asimismo, consideró que “ningún Estado vetó la propuesta es una buena noticia, pero no es suficiente”.

“Estaremos muy atentos”, advirtió el expresidente prófugo de la justicia. “El camino para lograrlo debe ser irreversible y sin tener que esperar mucho, porque ya hemos esperado bastante”, subrayó.

ERC CREE QUE EL GOBIERNO FUNCIONA “TARDE Y MAL”

Así, la portavoz del Gobierno, Patrícia Plaja, aseguró que si no se consiguió la oficialidad del catalán en la UE fue «porque el Gobierno hizo el trabajo tarde y mal. “Hay que cumplir compromisos y eso en este momento no se ha cumplido”, afirmó.

En el mismo sentido se ha pronunciado el ‘president’, Pere Aragonés, admitiendo que la inclusión hoy del catalán en el Congreso es un «triunfo agridulce», ya que no hubo ninguna decisión en Bruselas en el mismo sentido.

La portavoz de ERC en el Parlament, Marta Vilalta, ha sido más tajante y ha pedido al PSOE que «desperte», advirtiendo de que no le «agradecerán de antemano», dando a entender que no podrán apoyar la investidura de Sánchez.

En opinión de Vilalta, el Gobierno «puede hacer mucho más» para defender la oficialidad del catalán en la UE. “Él tiene las herramientas, los recursos, los contactos y las formas de hacerlo y podría haberlo hecho antes”, subrayó.