MADRID, 14 de octubre (EUROPA PRESS)-
El Órgano de Control, Ética y Disciplina de la UEFA multó con 15.000 euros al club polaco Legia Varsovia, al que además se le prohibió vender entradas a sus aficionados para su próximo partido fuera de casa, debido a los disturbios provocados por sus aficionados en el duelo de la Conference League. ante el AZ Alkmaar en suelo holandés.
Según el organismo responsable del fútbol europeo, esta decisión “es independiente de la investigación en curso sobre los incidentes ocurridos después del partido”. La selección polaca no podrá vender entradas para el duelo del 26 de octubre contra el Zrinjski Mostar bosnio.
Durante el partido disputado el 5 de octubre, en el que los holandeses ganaron 1-0, los aficionados del Legia invadieron la puerta de entrada y se ensañaron con los policías antidisturbios. Un agente quedó inconsciente y la policía se vio obligada a disparar gases lacrimógenos.
Los aficionados del Legia también fueron golpeados y rociados con gas pimienta por parte de agentes de policía. Varios aficionados ingresaron al estadio sin entradas y sin ser controlados. Dos jugadores del Legia, Radovan Pankov y Josué Pesqueira, también fueron detenidos tras una pelea con las autoridades e interrogados por la policía antes de ser puestos en libertad el 6 de octubre.
Los hechos provocaron una gran agitación política. “He dado instrucciones al Ministerio polaco de Asuntos Exteriores para que tome medidas diplomáticas urgentes para revisar los acontecimientos de la noche. Los jugadores y aficionados polacos deben ser tratados de acuerdo con la ley”, dijo entonces el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, en un mensaje en Twitter. redes sociales.
El 7 de octubre, el Ministerio polaco de Asuntos Exteriores calificó la situación de «inaceptable» y afirmó que los aficionados y jugadores del Legia fueron «víctimas de violencia física y verbal. Como se desprende claramente de los testimonios inequívocos de las víctimas, las medidas tomadas por el alcalde de Alkmaar y en particular por la policía local pueden interpretarse como imbuidas de prejuicios nacionales», afirmó el ministerio en un comunicado, añadiendo que había apelado a Daphne. Bergsma, el embajador holandés en Polonia.
