MADRID, 7 de agosto. (OPORTUNIDAD) –
Horas antes de ir a juicio por el presunto asesinato de Edwin Arrieta en Tailandia -que él mismo confesó presuntamente a las autoridades policiales del país tras las pruebas que lo vinculan con el crimen y descuartizamiento del cirujano colombiano con quien mantenía una relación amistosa- Daniel Sancho habló en exclusiva por teléfono con un reportero de ‘El Programa de Verano’.
Tranquilo, muy simpático y como si no enfrentara una posible sentencia de muerte por el atroz asesinato, el hijo de Rodolfo Sancho Ha insistido en que la policía tailandesa le está tratando «muy bien» e incluso, tras «cerrar el caso», le habrían llevado a cenar a uno de los hoteles más lujosos de la isla.
Una conversación en la que llamó la atención su tono comedido y hasta podríamos decir animado -explicando que está «rodeado» y que dentro de 24 horas sabe que estará en una celda con «20 personas»- que se interrumpió bruscamente cuando el periodista le dijo el Le preguntó las razones por las que mató a su amigo.
Minutos después se restableció el contacto a través de mensajes, en los que Daniel, mucho más explícito, habría explicado que asesinó edwin porque «él y su familia fueron amenazados». “Ese señor me detuvo, estaba amenazando a toda mi familia y si no hacía lo que me pedía… Me dijo que ya sabía lo que un señor con 10 millones de dólares era capaz de hacer en Colombia.
el nieto de Sancho Gracia reveló que nadie a su alrededor sabía de las amenazas del cirujano -no se atrevió a decir nada, ni siquiera a su padre- «porque temía que me pincharan el celular» y aseguró que su máxima prioridad en este momento -en cuyo proceso judicial horizonte parece muy oscuro- es «volver a España» y que su caso siga teniendo «repercusión mediática» como hasta ahora.
Algunas declaraciones en las que Daniel También habló de su novia hasta el momento, con quien, explicó, había quedado en verse en Tailandia, y de ahí el viaje al país asiático. Para ella, un mensaje que no deja dudas sobre lo consciente que está del futuro que le espera: «Él no me esperará ni debería. Que sea feliz y siga con su vida. No es la antigua Roma y no estoy conquistando la Galia». «Estuvimos juntos durante cinco años» reveló, dando a entender que su relación continuó a pesar de declarar a la policía tailandesa que su presunta víctima lo habría obligado a dejar a su pareja.