La labor de identificar a más cien mil desparecidos en Colombia


Por Ovídio Castro Medina |

Bogotá, (EFE).- En Colombia hay más de 100.000 familias en una larga y agotadora búsqueda de un ser querido, una tarea en la que el tiempo pasa factura, ya que las partes del cuerpo no siempre son fáciles de identificar.

“Tanto la violencia como el paso del tiempo borran la identidad de las personas y eso complica los estudios”, lamenta el subdirector del Servicio de Medicina Legal, Carlos Antonio Murillo.

Al obstáculo que representa el paso de los años, se suma una de las peculiaridades del conflicto colombiano: la mutilación de las víctimas por parte de los victimarios para borrar las huellas de sus crímenes.

Costillas, fémures, cráneos y otras partes del cuerpo trituradas llegan al edificio de Medicina Legal en Bogotá, donde se someten a un proceso de limpieza siguiendo estrictos protocolos internacionales.

trabajo complejo

El esqueleto de un adulto está formado por 206 huesos, 22 de los cuales forman el cráneo. Partes de esta estructura son las que llegan a los laboratorios donde los expertos comienzan la tarea de armar los rompecabezas.

Detalle de los restos de una persona no identificada, sobre una mesa de trabajo en el servicio forense de Medicina Legal, en Bogotá (Colombia). EFE/Mauricio Dueñas

La identificación incluye estudios antropológicos y dentales, entre otros análisis que buscan determinar el sexo, la edad, la altura y si la víctima murió por un golpe o un disparo, por ejemplo.

Posteriormente, con la recolección de muestras de ADN, se configura el perfil genético, que se confronta con los más de 60.000 registros de personas en busca de sus familiares, alojados en la Base de Datos de Perfiles Genéticos de Desaparecidos.

En ese mismo banco hay otros 8.000 cuerpos «no identificados» que no pudieron ser entregados por falta de información y aún se encuentran en depósitos.

“El Banco es una herramienta informática que nos permite administrar, organizar y gestionar toda la información genética de las personas que buscan a familiares desaparecidos”, explica a EFE la administradora del Banco, Carolina Giraldo.

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Investigadores del laboratorio de genética trabajan en la comparación de muestras de ADN con un Banco de 60.000 Perfiles Genéticos de Desaparecidos en Colombia. EFE/Mauricio Dueñas

“La identificación se hace a partir de comparaciones. No es cierto, como ves en la televisión, que tomas una muestra y la metes en un aparato y me dices el nombre, el teléfono”, agrega Giraldo.

En ese sentido, el administrador explica que uno de los principales problemas que tienen es que el Banco carece de datos suficientes para comparar e identificar a una persona denunciada como desaparecida, la mayoría víctimas del conflicto.

Esto se debe a que hay personas que no permiten la toma de una muestra para construir un perfil genético, ya sea porque no confían en el Estado o porque no les interesa asociarse con alguien que perteneció a un grupo armado para no arriesgarse. represalias porque aún viven en zonas de conflicto.

Lo ideal sería lograr que todas las personas que tienen un familiar desaparecido accedan a dar muestras genéticas, pero por el momento “no es así”, dice Murillo, quien explica que para aumentar el número de muestras se están realizando jornadas de recolección. realizado en el país.

“No es por falta de pericia forense, no es por falta de diligencia institucional, sino porque no tenemos con qué compararlo y ahí juega un papel muy importante el banco de perfiles genéticos”, dice.

Muy bien

Según la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas (UBPD), en Colombia hay 104.606 personas registradas en esta condición, cifra que puede variar porque este “universo aún está en construcción”.

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En Colombia hay 104.606 personas desaparecidas registradas, según la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas (UBPD). EFE/Mauricio Dueñas

De ese total, 89.782 siguen desaparecidos, lo que significa que 14.824 han sido encontrados e identificados.

La UBPD, entidad oficial de carácter humanitario y extrajudicial, entregó 746 cuerpos a Medicina Legal para su identificación y posterior entrega a los familiares.

Por una serie de situaciones, Medicina Legal no ha podido avanzar a la velocidad deseada y solo ha podido identificar una decena de cadáveres.

Este instituto forense se encarga de identificar a las víctimas de todo tipo de violencia, por lo que realiza alrededor de 30.000 necropsias al año y otras 300.000 valoraciones de víctimas no mortales. Desafortunadamente, a menudo los cuerpos de personas que murieron hace más de 20 años son los últimos en una larga lista de tareas pendientes.

“A veces no tenemos más (huellas dactilares) para hacer la comparación, muchas veces los dientes se deterioran y el perfil de las estructuras se degrada”, dice Murillo sobre la identificación de las víctimas.

Asimismo, los tejidos blandos se dañan y “solo quedan los tejidos óseos y estos, con el tiempo, también se degradan y pierden esta información genética”, dice.

El proceso finaliza con la emisión de un certificado de Medicina Legal en el que se identifica a la víctima y se entregan los restos a la familia con preguntas sobre cómo murió su ser querido, lo que permite cerrar el ciclo de incertidumbres que provoca una desaparición.