Moscú (EFE).- El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvedev, dijo hoy que Moscú no necesita hablar de paz con Ucrania hasta que no lo pida de rodillas, al comentar la reunión de una treintena de países celebrada en la ciudad saudí de Jeddah para buscar una solución al conflicto.
“No necesitamos ningún diálogo. El enemigo debe venir arrastrándose de rodillas, suplicando clemencia”, dijo.
El expresidente, uno de los principales halcones de Rusia, dijo sobre la reunión de Jeddah que «es difícil criticar la voluntad de poner fin a una guerra.
Dijo que cualquier propuesta de paz sólo puede tener éxito si cumple con tres condiciones básicas.
“La primera: la participación de ambas partes en el conflicto, cosa que no sucede” ya que Rusia no fue invitada a tal reunión, dijo.
“La segunda: tener en cuenta el contexto histórico. Y aquí está la cosa: Ucrania no existía como país antes de 1991. Es una parte del Imperio Ruso”, dijo.
Concluyó que también hay que “tener en cuenta la realidad actual”, que a su juicio es que “Ucrania se encuentra en una fase de semidescomposición, con parte de sus territorios devueltos a Rusia”.
“El intermediario que esté dispuesto a reconocer estos aspectos obvios tiene posibilidades de éxito. El resto, ninguno.
Tras las frustradas conversaciones de paz en Estambul en abril de 2022, Rusia reiteró que no se opone al diálogo con Ucrania para poner fin al conflicto, pero acusa a Kiev de no estar dispuesta a dialogar.
Ucrania, por su parte, exige como condición para el inicio de las negociaciones la retirada de las tropas rusas hasta las fronteras de 1991, que incluiría la península anexionada de Crimea, la liberación de todos los prisioneros de guerra y cuantiosas reparaciones, algo que Rusia considera inadmisible.
