Torrelavega (EFE).- Varias generaciones han disfrutado del Gorgorito en las fiestas patronales de Torrelavega, como en otros muchos pueblos y ciudades de España, hasta tal punto que no se concibe una patrona sin la presencia de este simpático títere clásico. personaje, cuyas aventuras aún despiertan pasiones entre adultos y niños en la era de internet.
Primero fue con sus creadores, Juan Antonio Díaz Gómez de la Serna y Villarejo, apodado Maese Villarejo, y su mujer Pepita Quintero, y hoy, más de 60 años después, lo está con sus hijos, Juan, farmacéutico, y su hermana. Mónica. , veterinaria, que dan vida a Gorgorito con la misma pasión de antes.
En una entrevista con EFE, Mónica Díaz explica que Gorgorito ya había nacido cuando llegó al mundo, y recuerda que su madre ayudaba a su esposo, dentro del teatro de títeres, con una de las marionetas en un brazo mientras que en el otro la sostenía a ella.
Esta es una de las miles de anécdotas protagonizadas por Gorgorito y su fiel amiga Rosalinda en decenas de ciudades y pueblos de España, como Torrelavega, donde desde 1959 animan casi sin parar las fiestas de la patrona.
Según su hermano Juan, Gorgorito sobrevive en el tiempo porque «tiene magia» y los pequeños se ven reflejados en ella, quieren participar, «ser tan valientes y salvarlos del mal», algo que no ha cambiado desde el creación del muñeco a pesar de la apariencia de películas, videojuegos o internet.
Asegura que por unos años Gorgorito y sus amigos tendrán la vida en sus manos y las de su hermana, pero el futuro a largo plazo parece incierto ya que no hay relevo generacional para un teatro de títeres que se ha ganado un lugar en el corazón de muchos. .miles de niños.
De la radio a la jubilación
Maese Villarejo comenzó con sus personajes en 1941 en la radio y, dado el éxito que tuvo, decidió darles vida con títeres de guante, pues su popularidad creció hasta el punto de que en 1952 se hizo cargo del Teatro de Bonecos de El Retiro en Madrid, donde conoció a la que sería su mujer, Pepita Quintero Ramos.
Los dos se dedicaron a dar vida a Gorgorito y otros títeres, iniciando giras por España, a las que poco a poco se fueron sumando sus hijos Mónica y Juan, hasta la muerte de Maese Villarejo en 1986, pero la familia siguió al frente del teatro de títeres a » hacer sonreír a los niños». » Por todo el país.
Ambos desarrollaron su actividad profesional al margen de los títeres y luego la alternaron con las giras, hasta que en 2003 los hermanos Díaz decidieron dedicarse de lleno al teatro, tal y como hacían sus padres hace unas décadas.
37 historias con final feliz
Hoy, la empresa de Maese Villarejo tiene en su portafolio 37 cuentos diferentes para representar con Gorgorito, todos con final feliz, es por eso que el cuento que ven los niños este año es diferente al que vieron en el pasado, lo que les permite renovarse constantemente. el favor del pequeño público.
Este año en Torrelavega, la lluvia fina pero persistente no desanimó a los niños que, por decenas, cantaron como sus padres y abuelos la mítica canción «Chá, chocolate e café», o se deleitaron con cuentos como «La hucha de Rosalinda actualizado a lo largo de los años, donde las pesetas dieron paso a los euros.

Otras historias también han sufrido adaptación con el tiempo, pues en lugar de que Gorgorito le grite a Rosalinda que suba al escenario, ahora la invoca con una llamada telefónica. Aunque la magia sigue siendo la misma que hace más de 60 años.