MADRID, 1 de septiembre (EUROPA PRESS)-
El padre Policarpo Díaz contó al finalizar una misa en la iglesia de La Purísima, en Salamanca, que sufrió abusos sexuales durante su infancia por parte de un sacerdote de su parroquia, y afirmó que estos casos no deben «ni ocultarse ni minimizarse».
Así se pronunció Díaz por la noche este jueves durante la última homilía del ciclo ‘Noches de pan y luz’, en el que cada jueves de los meses de julio y agosto se celebra una Eucaristía especial, según informa la prensa salmantina.
El sacerdote, que lleva varios meses ausente de su parroquia -desde que denunció los hechos el año pasado- regresó el jueves por la noche y contó su testimonio como víctima de abusos dentro de la Iglesia. “Me marcó un trauma que me hizo y todavía me hace sufrir mucho”, dijo ante los más de 200 fieles reunidos.
Aunque el sacerdote precisó que no habla «por odio o por ira», señaló que el problema de los abusos sexuales a menores en la Iglesia es algo que «no se debe ocultar ni minimizar.
Díaz reveló que después de un tiempo en el que parecía haberlo olvidado, los recuerdos regresaron y le provocaron escuelas físicas, como ansiedad o arritmias. Luego de recurrir a varios profesionales, el sacerdote decidió contar públicamente los hechos y tomó la decisión de denunciarlo en Semana Santa de 2022. En ese momento, pidió permiso al obispo para retirarse y concentrarse en su proceso terapéutico.
PROCESO ABIERTO
Según informó la diócesis de Salamanca el pasado mes de agosto, actualmente hay un proceso canónico abierto tras recibir, en su momento, la denuncia de este sacerdote.
Pese a tratarse de un delito previsto en la ley española, la diócesis explicó que el obispo siguió el protocolo establecido por la Santa Sede y la Conferencia Episcopal Española para estos casos, escuchando al denunciante. En los meses siguientes se inició una investigación previa por parte de un equipo técnico externo a la Diócesis de Salamanca.
El comunicado indica también que, recientemente, el sacerdote acusado firmó recibo de la notificación del Dicasterio para la Doctrina de la Fe de su renuncia al estado clerical, es decir, de su secularización.
Asimismo, la Diócesis explicó que el informe final de esta investigación fue enviado al Dicasterio para la Doctrina de la Fe de la Santa Sede en Roma y, actualmente, el proceso permanece abierto a la espera de una resolución.